jueves, 17 de mayo de 2012

Conservación de la capacidad Física




La actividad física es útil para mantener el estado normal de los músculos y articulaciones; prevenir la pérdida de calcio en los huesos (osteoporosis); aumentar la capacidad de los sistemas respiratorio y cardiovascular; evitar el daño de las arterias y mejorar la coagulación sanguínea. Además, es muy importante para lograr una actitud emocional positiva de confianza en sí mismo.
El ejercicio físico debe ser exigente, pero sin caer en lo excesivo, y debe ayudar a mantener rangos articulares y posturas fisiológicas. Se puede recomendar la natación, - aunque sólo sea jugar en el agua -, el baile, las caminatas. Este ejercicio debe durar por lo menos 30 minutos seguidos y practicarse por lo menos tres veces a la semana, si es bien tolerado. Realizarlo por períodos menores generalmente es insuficiente para la mantención de las capacidades funcionales, pero siempre es preferible hacer poco ejercicio a no hacer ninguno. Para la caminata debe considerarse el uso de ropa adecuada, acorde con la temperatura ambiente, un calzado cómodo... Y un buen amigo para ir conversando.
Para mantener la postura correcta y la flexibilidad de las articulaciones se recomienda realizar movimientos de estiramiento de brazos y piernas, girar y extender el cuello, mover el tronco a derecha y a izquierda.
Si no se ha hecho ejercicio antes, es preferible que consulte con su médico si puede hacerlo sin peligro.
  • El ejercicio es útil para el estado físico.
  • El ejercicio es útil para el estado emocional.
  • Si le produce dolor o molestia, suspéndalo y consulte.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Según la Organización Mundial de la Salúd

En la Primera Asamblea Mundial sobre el envejecimiento realizada en Viena en el año 1982, se tomó como la edad Umbral los 60 años.

En el año 1984, la Organización Mundial de la Salúd establece el uso del término "Adulto Mayor" para referirse a las personas de 60 años y más de esta manera evitar múltiples denominaciones como viejo, anciano, geronte, entre otras.

En los países en vía de desarrollo, la Organización Panamericana de la Salúd considera como Personas Adultas Mayores a aquellas que tienen 60 o más años de edad, de acuerdo al estándar técnico aplicado, teniendo en cuenta la esperanza de vida de la población en la región y en las condiciones en las que se presenta el envejecimiento.

A partir del año 1996, la Organización de las Naciones Unidas denomina a este grupo poblacional Personas Adultas Mayores (PAM) de conformidad con la Resolución 50/141 aprobada por la Asamblea General.

Mencionar a las Personas Adultas Mayores es hacer referencia impostergable al envejecimiento del ser humano determinado como el proceso natural, dinámico, progresivo e irreversible, en el que intervienen múltiples factores biologicos, psiquicos y sociales, que consecuentemente incrementan la esperanza de vida, genera nuevas condiciones socio económicas a nivel nacional y mundial que repercuten en la calidad  de vida de este grupo etario.